miércoles, 23 de mayo de 2007

El Perdón...



La palabra perdón se compone de otras dos: Para y Dar.

Pues el que perdona se da más a sí mismo. Perdonar es el camino a la liberación, el que auténticamente se libera es el que perdona, echando de su alma el rencor y la venganza, pasiones que envilecen y consumen. Al perdonar no podemos cambiar el pasado, pero cambiamos el presente y el futuro.

Emmet Fox dice en su libro “El Sermón de la Montaña” que cuando guardamos resentimientos hacía alguien, estamos unidos con esa persona por una cadena más fuerte que el acero. Si de verdad queremos separarnos de ese alguien lo mejor es soltar cualquier sentimiento negativo hacia la persona e intentar verla como un ser más en el cosmos de Dios.

“Perdonar es un instrumento de compasión que nos libera de nuestras viejas heridas y resentimientos, eliminando por completo el complejo de víctima”; Rev. Rebeka Pina.

El hecho de perdonar no quiere decir que estamos condonando la acción y menos aún que estamos dispuestos a que nos vuelvan a lastimar. Muy importante también es perdonarnos a nosotros mismos. Solemos ser muy críticos y severos con nosotros mismos. Debemos aprender a soltar el remordimiento y a perdonarnos.

¿Cómo sabemos que ya hemos perdonado de verdad?

Si podemos recordar el suceso y no sentimos el más mínimo dolor, malestar o cualquier sentimiento negativo, quiere decir que ya nos hemos liberado de esa atadura. El no recordar el suceso o el agravio es porque lo hemos ocultado en lo más profundo de nuestro ser para no sentir dolor. Sin embargo cuando algún evento nos lo hace recordar, surge a la superficie causándonos más y más dolor. Tenemos que resolver el conflicto.

¿Los Hombres van al Médico?



¿Porque los hombres no van al médico?


Con detección precoz se podría curar un 99% del cáncer de próstata, pero solo un 17% va al médico.

Es un hecho que existen enfermedades típicamente masculinas, que tienen su razón de ser en la conducta especial de los hombres y que también necesitarían una cura especial. Las enfermedades típicas de los hombres de nuestro país son:

- La obesidad : un 60 % de los hombres no hacen deporte, no se interesan por la comida sana y se niegan a aceptar nuevos conocimientos. Según nuevos estudios el perímetro de la barriga muestra más factores de riesgo (diabetes, grasa, hipertensión) que el peso en general. La probabilidad de padecer un infarto cerebral o del corazón se aumenta notablemente con hombres con un perímetro abdominal de más de 102 centímetros.

- El cáncer de colon: se recomienda que a partir de los 45 años se haga un examen de sangre oculta en heces cada dos años.

- El infarto: 7 de 8 hombres muestran por lo menos un factor de riesgo para padecer un infarto del corazón o de cerebro (fumar, beber, estrés etc.). Sobre todo en la juventud, hasta los 60 años tienen más riesgo que las mujeres, luego menos. Solamente un 25 % de los hombres con hipertensión toman medicamentos o precauciones.

- La próstata y los testículos: Cambios del tamaño y de la piel pueden ser normales o peligrosos. El cáncer de testículos predomina entre los hombres de entre 20 y 40 años.

- El licor: más del doble de los hombres que las mujeres consumen demasiado alcohol. El alcoholismo es un problema masculino.

- El sexo: Cada vez hay más casos de la disfunción eréctil, que es la impotencia sexual.

- El sindrome de Burn-out : Empieza por tener mucho trabajo, pasa por hipertensión, insomnio, depresiones y termina con un infarto.

Aun así, muchos hombres se niegan a reconocer sus riesgos y no van al médico.

Hay que tomar en serio sus miedos y preocupaciones. Estar enfermo en nuestra sociedad, todavía, sobre todo entre hombres, es una señal de debilidad. Los hombres no lloran ni conocen dolores. Prefieren tragarse el dolor a reconocer ante los otros que necesitarían ayuda. Peor se comportan con el estrés o problemas sentimentales: prefieren sufrir cinco años o más después de una crisis vital (por ejemplo. la separación de su mujer) a acudir a un psicólogo. Cuando ella ya se ha casado otra vez y tiene otro hijo con su nuevo compañero y está mejor que nunca, él todavía es incapaz de mantener una relación normal con otra mujer.

Muchos hombres consideran una enfermedad como error en su sistema. Estar enfermo significa haber fracasado. Mientras que la enfermedad o el dolor no influyan su trabajo o su vida privada, no se consideran enfermos ni van al médico.

Aparte de esta mentalidad existe el « síndrome -de -la - bata- blanca ». El simple hecho de ir al médico les parece imposible. Algunos médicos ya han reaccionado y han creado una consulta hecha a la medida masculina, es decir: con horarios que les permite ir antes o después del trabajo al médico, sin que tengan que pedir un permiso en la empresa, o sea, sin que nadie se dé cuenta. La cita será anónima, no se encontrará al vecino ni al compañero y tampoco tendrán que esperar.

Se juntan muchas excusas para no ir al médico, como la falta del tiempo, o porque hay tanto trabajo, pero una cerveza con los amigos sí es posible.

¿Eres hombre, tienes problemas de salud, pero no sabes que hacer?

Consultorio del Dr. Rico: Tratamientos Alternativos para Enfermedades Degenerativas. Teléfono: 556-8223

Dr. Fernando A. Rico B.
Médico Familiar
Diplomado en Medicina Biológica
Profesor Universitario en las áreas de
Semiología, Medicina Familiar y Medicinas Alternativas
(Universidad Santiago de Cali – Sede Palmira)

¡El Problema Mundial!