viernes, 9 de enero de 2009

Dieta vegana contra la fibromialgia

La fibromialgia es una de las enfermedades más representativas del dolor crónico en la población. La Sociedad Española de Reumatología afirma que es una enfermedad reumática crónica que ocasiona dolor en múltiples localizaciones del cuerpo y un cansancio generalizado (figura 1). La palabra fibromialgia significa "dolor en los músculos y en el tejido fibroso" (ligamentos y tendones).

La Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció la fibromialgia como enfermedad recién en 1992.

El diagnostico es a través del reumatólogo. Complicado diagnosticarla ya que muchos de sus síntomas son comunes a otras alteraciones. Las múltiples molestias que ocasiona esta enfermedad a quien la sufre, junto con el hecho de que con frecuencia no sea identificado el proceso, ocasionan mucho malestar en el enfermo, que se ve obligado a consumir un elevado número de recursos sanitarios.

La fibromialgia es conocida comúnmente como la enfermedad del dolor, debido a que constante e indefinidamente alguna parte del cuerpo se ve afectada con dolor. Es probable que desempeñe un papel muy importante una respuesta anormal a los factores que producen estrés (una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, la separación matrimonial o el divorcio, un problema con los hijos, etc.). Se cree que los síntomas de esta enfermedad se deben a una disminución de las sustancias que habitualmente nos protegen del dolor.

La fibromialgia es muy común reconocerla en países Europeos, lo que no sucede en países sudamericanos en los cuales recién a comenzado a ser conocida como tal. En España, la padecen el 0,2% de los hombres y el 4,2% de las mujeres. Así, aproximadamente, un 3% de nuestra población tiene esta enfermedad, lo que supone 1.200.000 personas.

La pregunta es, que relación existe entre esta enfermedad y alimentaciones vegetarianas. Según los estudios los pacientes con fibromialgia usan con frecuencia tratamientos alternativos debido a la insatisfacción o sensación de inefectividad de la medicina oficial. El Instituto Americano de Reumatología, reconoce que se deben valorar y estudiar las terapias "complementarias" o "alternativas" que tratan las enfermedades reumáticas como la fibromialgia. Una de estas terapias, todavía en estudio, se basa en eliminar de la dieta del enfermo los alimentos de origen animal.

Recientemente, las prestigiosas Asociación Americana de Dietética y Asociación de Dietética de Canadá han afirmado que, pese a que se necesitan más estudios al respecto para extraer conclusiones definitivas, algunos trabajos sugieren que una dieta "vegana" (es decir, vegetariana estricta) y con predominancia de alimentos crudos alivia los síntomas de la fibromialgia. Como alimentos crudos se consideran la fruta, la verdura, los frutos secos, los germinados, los alimentos fermentados, la fruta desecada, etc.

Tratamiento
El tratamiento farmacológico para esta enfermedad se basa en analgésicos y antidepresivos, pero no basta con ir a buscar los medicamentos al médico, ayudara mucho a tener una actitud positiva y capacidad de resolver los problemas mirados desde otro punto de vista. Uno de los elementos clave de la fibromialgia es saber que en la raíz de la enfermedad está la excesiva preocupación por los pequeños problemas.

De todas las medidas que se han empleado en el tratamiento de la fibromialgia, el ejercicio físico y una adecuada fortaleza muscular parecen ser las más eficaces, según se desprende de recientes estudios y revisiones sobre el tema. Pasear o nadar en una piscina climatizada pueden servir para iniciar el entrenamiento físico. La obesidad es un factor de sobrecarga y, por eso, se recomienda la pérdida de peso en las personas obesas con fibromialgia. Además seria bueno eliminar los alimentos de origen animal.

miércoles, 7 de enero de 2009

Fruta es sinónimo de salud

A continuación 4 puntos para no olvidar.

1. Su alto contenido de agua facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayuda a mantenernos bien hidratados.(consumo diario)

2. Su aporte de fibra, ayuda a regular la función de nuestro intestino y a evitar o corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético ya que, además, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos, cáncer de colon y úlcera).

3. Son fuente casi exclusiva de vitamina C. Los expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo tres piezas de fruta al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, tropicales...).

4. Contiene antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de frutas y verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra el de pulmón. Según los estudios, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de frutas y verduras. Otras frutas muy saludables son los cítricos y algunas frutas tropicales ricas en vitamina C, beta-caroteno, vitamina E y otras sustancias con propiedades antioxidantes, que se utilizan contra enfermedades cardiovasculares, cataratas, cáncer de mama, ovarios o vejiga.

Consumir hortalizas frescas

Las hortalizas son tan importantes que juegan un papel importante por sus cualidades nutritivas, son trascendentales en el equilibrio de nuestra dieta. Los expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo 400 gramos de hortalizas y verduras al día.

Las hortalizas y verduras son sinónimo de salud por varias razones:

1- Por su alto contenido de agua. Facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados, lo cual se reflejara exteriormente en nuestra piel.

2- Por su aporte de fibra. Ayudan a regular la función de nuestro intestino y a evitar o corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades: exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos y cáncer de colon.

3- Son fuente casi exclusiva de vitamina C y de provitamina A y ricas en folatos.

4- Contienen antioxidantes que se sabe con certeza que son un factor protector frente a ciertas enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer.

Desde principios del siglo XX se encuentran en la literatura referencias sobre los beneficios de los vegetales en la reducción del riesgo de desarrollar cáncer. Es en la década de los ochenta se establecieron las recomendaciones encaminadas a aumentar la ingesta de hortalizas por su relación directa con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y de cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de las hortalizas y verduras, en particular contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra el de pulmón. Según datos de dichos estudios, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de hortalizas y verduras.

¡El Problema Mundial!