lunes, 18 de junio de 2012

El Dolor, ¿Amigo o Enemigo?






Imaginemos un concurso de televisión en el que el público pudiera votar para desterrar del cuerpo humano alguno de los mecanismos fisiológicos más comunes (comer, dormir, estornudar, bostezar...). Sin duda ya en la primera eliminatoria la víctima sería el dolor. A nadie le gusta el dolor. Es incómodo, inoportuno e incapacitante. Es un engorro en el mejor de los casos y puede hasta convertirse en un obstáculo importante en nuestra vida.



Y a pesar de esto, el dolor es nuestro amigo. Por eso existe. Nos indica que alguna cosa no va bien, que debemos actuar si no queremos que se produzca un daño más grave. Por ejemplo, cuando nos torcemos el tobillo nos duele para que no se nos ocurra apoyarlo en el suelo y empeorar así la lesión. Gracias al dolor sabemos que no es bueno hacer cosas como jugar con fuego o golpear la cabeza contra una pared. Parece evidente, pero sin estas señales nerviosas tan delicadamente coordinadas no podríamos detectar y evitar muchos de los peligros que nos rodean. Ni tampoco tendríamos un aviso cuando algo no funciona en nuestro interior.

El problema viene cuando nos damos por enterados o cuando esta alarma se queda bloqueada en la posición de 'encendido' sin motivo aparente: no se puede desconectar.Hay que echar mano de la química para engañar a nuestros sentidos. Los analgésicos son fármacos muy útiles, pero tienen sus limitaciones. Encontrar el interruptor que nos permita apagar el dolor cuando queremos sin que esto genere efectos secundarios insoportables es uno de los retos de la medicina moderna.

Por eso son tan importantes los trabajos de los doctores Watkins, Minke y Julius, que acaban de recibir el premio Príncipe Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Para seguir leyendo, visite el siguiente enlace:
http://porunmundolibrededolor.blogspot.com/

No hay comentarios:

¡El Problema Mundial!